En medicina
utilizamos la palabra Vademécum y prontuario terapeútico
como sinónimos. Los prontuarios se parecen cada vez más
a los diccionarios de especialidades farmaceúticas.
Vademécum
es una palabra
compuesta, invita a la
oreja a
escuchar , al que
tiene oído a oir, hace un llamado, " vocare" . Vademécum invita
al discípulo a Vade ( ven) y Mecum (conmigo), nos invita a caminar juntos para develar un
misterio.
La
palabra evoca un tema favorito de los pintores del renacimiento, la Anunciación de Fra Angelico, nos colocó en el escenario de la práctica y fronteras de la aurículomedicina.
El verso " Gaude Virgo mater Christi, quae per aurem concepisti " , nos abre a la tratadística de la oreja, del Aures Tractatus de Valsalva a Paul Nogier . La Angelica Salutatio , nos recuerda , que la relación médico paciente se establece ya en el primer encuentro, el médico pronuncia, sus primeras palabras , su Logos curativo, lo escucha el paciente, este responde con ondas sonoras que ponen en moto, el encuentro de dos conciencias bajo pretexto de la corporeidad.
Nosotros
tratamos una cantidad de pacientes que etiquetamos como
" Asmáticos , Atópicos, Riníticos " o que
padecen un trastorno ansiedad generalizada o depresión .
Debemos admitir en primer lugar que en
realidad sólo los conocemos superficialmente.
Con mucha diligencia e inteligencia, lograremos "intus
leggere" , descubriremos el terreno predisponente,
detalles de la historia clínica que señalen una
cicatriz tóxica y expliquen los bloqueos, quitaremos velos para comprender la patofisiología de sus
trastornos, muchas veces nos daremos cuenta, que no conocemos ni los factores
exógenos ni endógenos que gatillan los síntomas.
Nos parece
claro, que no existen las enfermedades como tal , lo que
existen son enfermos con padecimientos, trastornos , que
arbitrariamente los colocamos en cuadros
gnoseológicos para facilitar la comunicación
entre " expertos ".
Nos encontramos frente a un reto, de cara al paciente único, con el compartimos nuestra naturaleza , el mismo pudor óntico, que con diligencia clínica , ayudados por el agente que padece nos prestamos a develar.
Es cierto que citaré algunos protocolos, haré referencia a las condiciones adictivas y al uso de lineas auxiliares en aurículo terapia, pero mis recomendaciones no serán fijas , ni dogmáticas, se centrarán en la persona del paciente y del médico . En voz alta, con vigor lo diremos , no pretenden ser dignas de incluirse en un manual de mecánica médica.
Los protocolos de autores de prestigio internacional , deberán abrirse frente a nosotros como abánicos de
opciones, que integraremos, con nuestro acervo cultural , de manera crítica, echaremos mano de estas opciones y de nuestro armamentarium, clásico y complementario, con estas armas nos daremos a la opera específica, en concordancia con nuestros pacientes.
El terapeuta deberá recordar la regla de los puntos Ashi, la regla que la oreja se activa , que habla el lenguaje de las resistencias a la conducción eléctrica y que ella nos guía para diseñar nuestro plan de tratamiento reflejo.
La observación del paciente, dará sus frutos, aceptar que la mayoría de
recursos están en el paciente también dará sus frutos, debemos aproximarnos a nuestro paciente, con paciencia y humildad , para aceptar que nuestra misión se limitará a ayudar la Vis Medicatrix Naturae, sólo así se nos abrirán ventanas inexploradas y se nos develarán más misterios.
La Aurículomedicina nos recuerda , que el hombre no hizo al hombre, que somos "individua substancia de naturaleza racional" , persona humana, unitotalidad cuerpo espíritu, espíritus encarnados , dispuestos a establecer una relación médico paciente, donde la confianza y benevolencia , que hoy sabemos modifican el campo biomagnético endógeno, juegan un papel importante para obtener una satisfactoria respuesta terapeútica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenidos