La
Oreja Órgano de la
Confianza.
El hombre y
la mujer enfrentaremos muchos
retos en la vida. Pasaremos duras
pruebas. Necesitamos depositar nuestra
confianza en alguien (heb. hatah), necesitamos refugios
donde acogernos (hasah); para
perseverar en medio de las pruebas y esperar llegar a la meta, debemos confiar. (1)
En la
medicina hipocrática, el médico es
una figura hieriática, este se aplica con
benevolencia y el paciente le escucha, se acoge y confía. (2)
La auriculoterapia-medicina, inicia
antes de la inspección de la
oreja.
Inicia en el encuentro médico-paciente, miradas , lenguaje corpóreo,
simbólica, en el momento que el médico pronuncia, sus primeras palabras, cuando su Logos
curativo, lo escucha el paciente y
este responde con ondas sonoras, que ponen en moto, el
encuentro de dos conciencias bajo pretexto de la corporeidad.
Recuerdo cuando abrí
mis oídos al solemne juramento
hipocrático, la ceremonia me
revestió de autoridad,
parecía salido del agua, atado
con lazo ambar para cumplir el deber y evitar la vanidad de las sombras.
Exousia proviene del verbo “exestin” que quiere decir: “ser capaz de hacer algo”, “el
derecho de hacer algo”.
Me convertí en
un profesional de la medicina, mis primeras vivencias en un clima de ética médica continental, trascendente.
La toga dejó mi piel
revestida de un habito de carácter sagrado.
La
práctica de la aurículo medicina desde la
simbólica nos coloca al centro del
debate bioético contemporáneo, enfrenta
la ética continental y
la pragmática anglosajona.
Confianza
y
benevolencia versus utilitarismo y autonomía.
La oreja
está allí, esperándonos para un
diálogo, ofreciendo signos: calor, rubor
,dolor, desde el pudor de la persona
humana, dispuesta a develar
su misterio al diákono
que viene a su encuentro.
La oreja, desde el momento que la interrogamos, nos dice:
soy órgano de un espíritu
encarnado, ese intus leggere, nos
ofrece la oportunidad de proponer
a nuestra sociedad contemporánea el
justo valor de la
ética de la virtud, contra la predominante corriente
principialista del mundo
anglosajón (3), la
oreja no es un simple órgano reflejo
de una máquina neuronal, es como un corazón inteligente, dispuesto a
pesar de su pudor óntico a revelar sus misterios, a prestar oídos abiertos
al Sabio.
Las orejas nos recuerdan que el hombre no hizo al hombre, que estudiamos la solución, no el problema.
Las orejas nos recuerdan que el hombre no hizo al hombre, que estudiamos la solución, no el problema.
(1)
Vocabulario bíblico Xavier Leon
Dofour, Confianza http://hjg.com.ar/vocbib/
(2) E.D. Pellegrino, D.C . Thomasma, For the patient´s good. The restoration o beneficiency in health care,N.York 1988
( 3 ) Manuale de Bioetica , Elio Sgreccia Vol.1, pag 62 , ref 52. Terza edizione 2006.
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